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Ejercito Espartano

Ejercito Espartano

Estructura social

Los ciudadanos de Esparta (también conocidos como los «lacedemonios») estaban divididos en tres clases. La primera de ellas estaba formada por los ciudadanos plenos, conocidos como espartiatas u homoioi («iguales»), que recibían una cantidad de tierra (kleros) a cambio de su servicio militar. La segunda clase eran los periecos, no ciudadanos de condición libre, generalmente mercaderes, artesanos y marineros. Esta clase, dentro del ejército, constituía la infantería ligera y llevaba a cabo trabajos militares auxiliares. La tercera y más numerosa clase eran los hilotas, siervos propiedad del estado que eran utilizados para cultivar la tierra de los espartiatas. En el siglo V a. C., los hilotas también eran utilizados como tropas ligeras en las escaramuzas.

Los homoioi eran el núcleo central del ejército espartano: participaban en la Asamblea espartana (Apella) y constituían la fuente de la que se nutría el ejército para formar a sus soldados hoplitas, que componían la base del ejército. Es más, los homoioi estaban obligados por ley a ser soldados y nada más, teniendo prohibido aprender o ejercitarse en cualquier otra actividad. En gran medida, la necesidad de mantener un continuo despliegue militar en la sociedad espartana suponía la obligación de mantener a un número cada vez más vasto de hilotas subyugados.

 Uno de los principales problemas de la sociedad espartana con el paso del tiempo fue la caída del número de ciudadanos con plenos derechos (oligantropía), lo cual supuso consecuentemente una caída en el número de soldados que formaban el núcleo del ejército: el número de homoioi disminuyó desde los 6.000 ciudadanos existentes en 640 a. C., hasta tan sólo 1.000 en 330 a. C. Esto supuso que los espartanos se viesen obligados a utilizar hoplitas reclutados de entre los hilotas, y que en ocasiones viesen la necesidad de otorgar la libertad a algunos de ellos, los neodamodes, y a darles tierras en las que establecerse a cambio de que cumpliesen un servicio militar.

 Por otra parte, la población de espartiatas se dividía entre distintos grupos en función de su edad. Los más jóvenes (menores de 20 años) se consideraban más débiles debido a su falta de experiencia, y a los más mayores (más de 60 años o, en épocas de crisis, de 65) sólo se les llamaba a filas en caso de emergencia, y para defender las caravanas de suministros.

Guerreros y atesanos de la Guerra - Ephesos 396 d.C.

Estructura táctica

La principal fuente para el conocimiento de la organización del ejército espartano son los escritos de Jenofonte, que admiraba a los espartanos. Su obra La Constitución de los lacedemonios ofrece una visión detallada del Estado y la sociedad espartana a comienzos del siglo IV a. C. Otros autores, como Tucídides, también ofrecen información al respecto, aunque no tan confiable como la de los relatos de Jenofonte, cuya información fue obtenida de primera mano.

Se sabe poco de la organización del ejército anterior a esa época, y existe un gran margen para la especulación. La primera forma de organización militar y social (durante el siglo VII a. C.) parece que podría haber consistido en las tres tribus (llamadas phylai y con los nombres de Pamphyloi, Hylleis y Dymanes) que aparecen en la Segunda Guerra Mesenia (685-668 a. C.). Una subdivisión posterior fue la «fraternidad» (phratra), y se tiene constancia de la existencia de 27, nueve por cada tribu.  En algún momento, esta división fue reemplazada por cinco divisiones territoriales, los obai (que significa «pueblo») y que aportaban un lochos de unos 1.000 hombres cada uno. Parece ser que este sistema todavía se usaba en las guerras contra Persia, como puede inferirse de las referencias que Heródoto hace a los lochoi en su Historia. Esparta adoptó el estilo hoplita de combate aproximadamente entre los años 680 y 660 a. C.

Los cambios que acaecieron entre las Guerras contra Persia y las Guerras del Peloponeso no se encuentran documentadas aunque, según Tucídides, en la batalla de Mantinea del año 418 a. C. había presentes 7 lochoi, cada uno de los cuales estaba dividido en cuatro pentekostyes de 128 hombres cada uno, y 16 enōmotiai de 32, dando un total de 3.584 hombres para el ejército espartano principal. A finales de la Guerra, la estructura había evolucionado todavía más con la finalidad de combatir la escasez de soldados y para crear un sistema más flexible que permitiese a los espartanos enviar destacamentos más pequeños a campañas o guarniciones fuera de su tierra natal. Según Jenofonte, la unidad básica seguía siendo la enōmotia, con 36 hombres en tres filas de doce bajo el mando de un enomotarca (enōmotarches). Dos enōmotiai formaba un pentēkostys de 72 hombres bajo el manod de un pentēkontēr, y dos pentēkostyai se agrupaban en un lochos de 144 hombres dirigidos por un lochagos. Cuatro lochoi componían una mora de 576 hombres, la unidad táctica más grande del ejército espartano, a cuyo mando se encontraba un polemarca. Seis morai componían el ejército espartano en campaña, a los que se añadían los skiritai y los contingentes enviados por estados aliados.

Skirmish Near Tanagra 377 d.C.

Los reyes y los hippeis

El ejército completo de Esparta era dirigido oficialmente en la batalla por los dos reyes. En un inicio, los dos reyes acudían al mismo tiempo a la batalla y dirigían las operaciones bélicas desde la vanguardia, pero a partir del siglo VI a. C. se decidió enviar sólo a uno, permaneciendo el otro en la ciudad. Al contrario que lo habitual en otros estados, la autoridad de los reyes de Esparta estaba muy limitada, y el poder real estaba en manos de cinco hombres electos, llamados éforos (ephoroi).Por el contrario, en épocas remotas tenían la facultad de declarar la guerra a cualquier enemigo sin la oposición de ningún espartiata, pues de la contrario dicho individuo incurriría en sacrilegio. Las prerrogativas reales en el ámbito militar debieron cambiar en la época de Heródoto, y ser exclusivas de los éforos y de la gerusía. Quizás la conducta de Cleómenes I hizo que el historiador de Halicarnaso creyera en la exclusiva autoridad de los soberanos espartanos en todo lo concerniente a la guerra, basándose en que dicho rey actuó con total independencia en el episodio de la expulsión de Aristágoras de Mileto cuando le solicitó ayuda para la revuelta jónica (499 a. C.) El historiógrafo alemán Georg Busolt admite que en esta época un monarca pudiera ordenar personalmente expulsar a un extranjero que había acudido a Laconia demandando ayuda militar.En ese sentido contrario se manifiestan Tucídides y Jenofonte, para quienes la decisión era competencia de la Apella, y los éforos eran quienes trataban con los embajadores o delegaciones extranjeras.

Por otra parte, los reyes iban acompañados por un selecto grupo de 300 hombres que componían la guardia real, y que recibían el nombre de hippeis («caballeros»). A pesar de su título, se trataba de hoplitas de infantería, al igual que todos los demás homoioi. En realidad, los espartanos no llegaron a utilizar caballería propia hasta las épocas más tardías de la Guerra del Peloponeso, cuando se añadieron pequeñas unidades de 60 hombres de caballería a cada mora.

Los hippeis formaban parte de la primera mora, y eran la élite del ejército espartano. Siendo ese su estatus, se desplegaban invariablemente en el flanco derecho de la línea de batalla, puesto que era ese flanco el lugar de honor reservado para los mejores soldados. Eran seleccionados todos los años por oficiales especialmente comisionados para ello, los hippagretai, y se buscaban entre los hombres con experiencia de batalla y con hijos, de forma que su línea de sucesión continuase en caso de muerte. Fueron los hippeis los que lucharon en una competición celebrada en 546 a. C. contra los caballeros de Argos, y fueron también los hippeis los 300 soldados que acompañaron al rey Leónidas I en su famosa batalla contra los persas en las Termópilas.

Caballería

En 424 a. C. se creo un cuerpo de caballeria compuesto por 400 jinetes, aunque eran una parte pobre dentro del ejército espartano, los caballos pertenecían a los más ricos y solo entregaban las monturas a los jinetes cuando eran movilizados para una batalla. Los jinetes eran por lo general los más débiles físicamente y eran probablemente de la clase inferior, ya que la línea de batalla para un espartiata era el lado derecho.

La caballería lacedemonia estuvo presente en Mantinea en 418 a. C. cuando fue añadida a cada mora. Agesilao II organizó y entrenó una fuerza de caballería mercenaria compuesta por caballos tesalios mientras estuvo en Asia. La caballería tesalia era considerada como la mejor en aquellos tiempos. En la batalla de Lequeo de 391 a. C. el funcionamiento de la caballería espartana había sido inadecuada en el mejor de los casos. Agesilao en su campaña en Beocia en 377-376 a. C., utilizó una fuerza de 1500 jinetes mercenarios. En Leuctra, Cleómbroto II no disponía de ningún jinete mercenario y su caballería espartana fue profundamente derrotada por los tebanos.

La caballería no era una fuerza militar de gran importancia en el ejército espartano, ya que sólo un pequeño sector de la ciudadanía podía permitirse sufragar los gastos del equipo y del caballo, por lo que estos contingentes no eran muy abundantes. El papel de los caballeros sería casi exclusivamente auxiliar, dedicándose a la exploración y a la protección de las tropas de infantería, al hostigamiento a distancia o a la persecución del enemigo durante su huida.

La infantería ligera

En el ejército espartano también luchaban, junto a los hoplitas, unidades de infantería ligera de hilotas. Ellos carecían de protecciones en sus cuerpos, utilizando armas arrojadizas, especialmente jabalinas. Su estrategia consistía en atacar por sorpresa y retirarse del campo de batalla. Las jabalinas solían medir poco más de metro y medio, rematándose con una punta metálica. Empleada fundamentalmente para la caza. Sin embargo, los hoplitas no disponían de este tipo de armas ya que se consideraban más efectivas la lanza y la espada. Los esquiritas formaban un cuerpo de élite de infantería ligera, un loche (batallón), una parte de los 600 hombres, que servía de complemento del ejército ciudadano. Combatían en la extrema izquierda de la línea de batalla, que era el puesto más amenazado de la falange hoplítica. También había hilotas honderos en el ejército espartano. Como proyectiles se podían emplear piedras, pero habitualmente la munición eran balas en forma de bellota, realizadas en barro cocido o plomo, que recibían el nombre de glandes.

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Tácticas

Al igual que otros estados griegos, el ejército espartano estaba basado en la infantería, y luchaba mediante el empleo de la formación de falange. Los espartanos no introdujeron ninguna innovación táctica o cambios significativos en la guerra de soldados hoplitas. Por el contrario, su ventaja fundamental frente a otros estados se basaba en que el continuo entrenamiento y superior disciplina hacía que su falange estuviese mucho mejor cohesionada y fuese más efectiva en el campo de batalla. Utilizaban la falange al estilo clásico, en una línea única con una profundidad uniforme de entre 8 y 12 hombres. Cuando luchaban junto con sus aliados, los espartanos normalmente ocupaban el flanco honorario, que era el derecho. Si, como solía ocurrir, los espartanos lograban la victoria en su flanco, entonces giraban hacia la izquierda para arrollar la formación enemiga desde el flanco.

Durante la Guerra del Peloponeso, los enfrentamientos se fueron haciendo cada vez más fluidos, y las tropas ligeras se usaban cada vez en mayor grado por lo que las tácticas fueron evolucionando para adaptarse a ese cambio. Sin embargo, en los enfrentamientos entre falanges lo que prevalecía a la hora de conseguir la victoria era la resistencia y la capacidad de empujar más que el enemigo.

La falange espartana sólo pudo ser derrotada cuando los tebanos, con Epaminondas al mando, modificaron la estructura de la falange para inventar la falange oblicua. Epaminondas, en la batalla de Leuctra, incrementó la profundidad del flanco izquierdo de su falange, que debía enfrentarse a los espartanos ubicados en el flanco derecho de la línea enemiga, y gracias a esa innovación táctica pudo arroyar a las tropas de élite enemigas antes de que su debilitado flanco derecho pudiese sucumbir.

 

Equipamiento

Los espartanos utilizaban el mismo equipamiento típico de los hoplitas de la Antigua Grecia. Su única marca distintiva de los espartanos con respecto a sus vecinos griegos eran su túnica (chitōn'') y su manto (himatión), de color escarlata, así como el pelo largo, que los espartanos mantuvieron durante mucho más tiempo que la mayor parte de los griegos. Para los espartanos, el pelo largo mantenía su antiguo significado arcaico como símbolo del hombre libre. Por otro lado, para los griegos del siglo V, su peculiar asociación con los espartanos había llegado a hacer que tuviese el significado de simpatía política a favor de éstos. En el siglo V a. C. y en Atenas dejarse crecer el cabello (komân) era una señal de laconismo.

Otro símbolo espartano muy conocido, y adoptado a mediados del siglo V a. C., era la letra lambda (Λ), que hacía referencia a la región de Laconia o Lacedemonia y que iba pintada en los escudos de los espartanos. Los hoplitas espartanos a menudo son representados llevando una cresta atravesada en su casco, si bien se trata posiblemente de un símbolo utilizado para identificar a los oficiales.

En el periodo arcaico, los espartanos estaban equipados con armaduras de bronce articuladas, cnémidas para las piernas, y el casco, normalmente un casco corintio. A menudo se discute qué tipo de armadura para el torso utilizaban los espartanos durante las Guerras Persas, si es que usaron alguno, aunque parece probable que continuasen llevando corazas de bronce, aunque de un estilo algo más esculpido, o bien que hubiesen llevado el linotorax en su lugar. En la última parte del siglo V a. C., cuando la guerra se había vuelto más flexible y los enfrentamientos a gran escala entre falanges eran más raros, los griegos fueron abandonando muchas de las formas de armadura corporal utilizadas hasta entonces. Los lacedemonios también adoptaron una nueva túnica, la exomis, que podía colocarse de forma que dejase el brazo y el hombro derecho descubiertos y libres para entablar el combate. Además, y junto con la lanza, los espartiatas también iban armados con un xifos como arma secundaria.

Los espartanos mantuvieron el sistema tradicional de la falange hoplita hasta las reformas de Cleómenes III, cuando fueron equipados con la sarissa macedonia y comenzaron a entrenarse en el estilo de la falange macedonia.

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